El panteón napoleónico de la familia KirchnerLic. Tamara Le Gorlois
Planta circular, llama eterna, altar, proporciones áureas, bajo techo abovedado, techo piramidal, columnas, importante luz cenital… hay mucha lectura en el mausoleo que se está construyendo en el Cementerio Municipal de Río Gallegos.
La obra de 625 metros cuadrados totales (15 metros de largo por 13 metros de ancho) fue adjudicada a la constructora de Lázaro Báez (Austral Construcciones), siendo supervisada por Máximo Kirchner. Veintidós obreros avanzaron los trabajos de encofrado y comenzando a trabajar el hormigón armando, podrán cumplir con el final de obra en octubre a pesar de la veda invernal. Su puerta de acceso será blindada, y el techo presentará rajas de vidrio blindado para permitir la luz natural. Del subsuelo (de piedra volcánica) hasta la planta alta, habrá un círculo de vidrio blindado. Para las columnas y la base de la bóveda se usará pórfido patagónico.
En correspondencia con las características del panteón del Gran Corso (
Hôtel des Invalides, en París), el de Justo José de Urquiza (Catedral de Concepción del Uruguay) y el Panteón de los Próceres en Lima (donde descansan Hipólito Bouchard, Mariano Necochea, Guillermo Miller, Ramón Castilla, entre tantos otros), éste también tendrá dos plantas, en cuya planta baja ocho féretros circundarán al central que contendrá los despojos mortales del ex presidente Néstor Kirchner. El acceso al mausoleo lleva (por una escalera curva de placas de mármol) a la planta superior, donde quien desee tener una primera vista del sarcófago, estará obligado a hacer una reverencia, tal como ocurre en
Hôtel des Invalides. Otra escalera de descenso conducirá a recorrer el nivel de los féretros.