Tour bibliófilo

Por Lic. Tamara Le Gorlois

Adicciones, vicios… sabemos que las hay de todo tipo y color. Quizás una de las más curiosas, sanas y menos reprochable, es la que padecemos los bibliófilos. La adicción a la lectura y el síndrome de abstinencia al papel y la tinta que nos puede dar Internet nos lleva a paliar esa avidez recorriendo tugurios que se convierten en verdaderas cajas de Pandora. Sabemos que en el lugar menos pensado puede salir algún incunable, revistas de las que abrevamos nuestras primeras letras en la más temprana niñez, colecciones agotadas, curiosidades, clásicos, novedades, actualizaciones… Sobre gustos no hay nada escrito, se haría inefable... Todo un catálogo de colecciones y temas de interés mueven multitudes enteras a través del planeta en búsqueda de alguna pieza que se sume a los gustos más inverosímiles. Los bibliófilos también podríamos hacerlo, pero bien podemos satisfacer nuestras primeras ansias, sin ir muy lejos, en la misma porteña ciudad, distinguida por la Unesco como “Buenos Aires Capital Mundial del Libro 2011”. Para la ocasión, el Ministerio de Cultura de la Ciudad organizó actividades como el ascenso a “La Torre de Babel de Libros”, creada por Marta Minujín en Plaza San Martín (barrio de Retiro). Más de 50 países donaron, a través de sus embajadas, asociaciones y delegaciones, libros en su idioma original (novelas, cuentos cortos, poesías, ensayos, de historia, y de arte, entre otros). La Torre fue montada sobre una estructura de 25 metros de altura, donde 30.000 ejemplares en todos los idiomas, fueron colocados para ser recorridos por los visitantes. Nuestra capital, de gran trayectoria cultural, organiza desde 1975 la Feria Internacional del Libro, renovando y actualizando el evento cada año. De la misma manera, la Noche de las Librerías (organizado por el Ministerio de Cultura y el Ministerio de Desarrollo Económico del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires) convoca a salir en las tibias noches de verano a visitar confiterías tradicionales y librerías que permanecen especialmente abiertas toda la noche ofreciendo actividades literarias libres y gratuitas. También la Asociación de Libreros Anticuarios de la Argentina (ALADA) suele organizar (desde el año 2004), la Feria del Libro Antiguo, con la presencia de reconocidos libreros anticuarios exponiendo algunas de sus joyas bibliográficas. Las sedes de las exposiciones son de un marco afín a la solemnidad del evento. La primera exposición se realizó en el Museo Enrique Larreta y la segunda en el Palais de Glace. Algunas “vedettes” expuestas fueron las crónicas de las expediciones rioplatenses de Ulrico Schmidel (publicada en Nuremberg en 1612); un volumen del año 1889 de “Les poèmes d´Edgar Poe”, con ilustraciones originales de Edouard Manet; una edición de “La Odisea”, de Homero (impresa en Venecia en 1553 por el editor Gabriel Giolito Ferraris). Pero este circuito que se propone a continuación, tiene como objetivo recorrer la ciudad a través de la temática bibliófila hilando básicamente las librerías anticuarias, a las cuales se les pueden sumar otras de gran trayectoria y originalidad.
No es menos importante la presencia de la Asociación de Libreros Anticuarios de la Argentina. Estas librerías no deparan grandes sorpresas, desde textos como “Upa” (de primeras letras), “Semillita” o “El Sembrador” de Editorial Ángel Estrada, disparadores de los recuerdos de nuestra más temprana infancia, pasando por textos escolares de principios del siglo XX, que trataban temas cívicos, históricos, de cómo debía llevarse el ahorro, el aseo, las tareas que debía cumplir la mujer en la sociedad, lecciones de botánica, etc. Pero el más anhelado botín de los grandes coleccionistas son los manuscritos y ediciones inhallables, las primeras ediciones, las joyas literarias de distintas épocas históricas y libros europeos o americanos editados entre los siglos XV y XX; pero por sobre todo, los incunables (llamados así porque su existencia se remonta a tiempos de su cuna u origen, editados desde la invención de la imprenta hacia el año 1450). Un recorrido sugerido pasa por Eterna Cadencia, café literario y librería en Palermo (Honduras 5574), y sigue por Glyptodón, en Ayacucho 734, por sus curiosidades dignas de las mejores librerías anticuarias del mundo como mapas, fotografías, publicaciones periódicas, manuscritos, ediciones autografiadas, numeradas (tel. 4374-7973). Nos sorprenden sus encuadernaciones en finos cueros importados (marroquí, oasis, chagrin…) y nacionales, donde para los dorados utilizan hilos de metal modernos o antiguos; son trabajos en tela y en tela y papel, de capiteles bordados a mano, papeles marmolados y guardas originales, según antiguas técnicas de Pas de Calais. Muy cerca, no podemos dejar de ver la librería más grande de Sudamérica, que si bien no es anticuaria, es una verdadera joya. Nuestra ciudad ostenta, al decir del periodista Sean Dodson, ésta que es la segunda librería más destacada del mundo (según el ranking que publicó en el periódico inglés The Guardian): se trata de El Ateneo Grand Splendid. Es una librería con aires de biblioteca que no hesita en seducir al visitante a apoltronarse en alguno de sus palcos para leer cuanta obra haya a la venta (Av. Santa Fe 1860. Tel. 0810-333-9872 ó 4813-6052 www.grandsplendid.com). Abre de lunes a jueves, de 9 a 22 hs, viernes y sábados de 09:00 a 00:00 hs, y los domingos de 12:00 a 22:00 hs. Según el ranking de Dodson, la librería más bella del mundo es Boekhandel Selexyz Dominicanen, en Maastricht (Holanda). Le siguen El Ateneo Grand Splendid (segundo puesto). 3° lugar: Livraria Lello, en Porto (Portugal), abierta en 1881. 4° lugar: Secret Headquarters, que vende comics en Los Ángeles. 5° lugar: Borders, en Glasgow (Escocia), en el antiguo edificio de un banco. 6°: Scarthin s, en la ciudad británica de Cromford. 7°: Posada, en Bruselas, especializada en arte. 8°: Mancha, en México DF. 9°: Keibunsya, en Kyoto. 10°: Hatchards, en Londres (provee libros a la familia real). Su edificio fue el tradicional cine-teatro Gran Splendid, uno de los íconos del espectáculo y la cultura de la ciudad de Buenos Aires; teatro que introdujo la novedad de los abonos, al estilo de las salas norteamericanas, y donde se proyectó la primera película del cine sonoro en Buenos Aires (La divina dama en el año 1929). En un estudio instalado en uno de sus pisos superiores comenzó a transmitir, en 1823, Radio Splendid. También funcionó allí entre 1921 y 1930 la “Compañía Max Glüksmann”, del empresario austríaco propietario del cine quien grabó canciones de Carlos Gardel e Ignacio Corsini. Esta megalibrería posee tres plantas de exposición y venta de libros en 2000 m2, que integran las salas de lectura en sus antiguos palcos, escaleras mecánicas, ascensores, un vasto espacio dedicado a los niños y una cafetería temática ubicada sobre el antiguo escenario del teatro que aún conserva su telón de terciopelo carmesí y desde donde se puede apreciar la majestuosidad del interior del edificio. El escenario, donde todavía resuenan a diario las magistrales notas de su piano, se usa como espacio de lectura y café, y para la presentación de libros. En febrero del año 2000, el Grupo Ilhsa (propietario de Yenny, El Ateneo, Editorial El Ateneo, Tematika.com y Quid) firmó un contrato de alquiler por 10 años sobre el edificio. Tras una inversión de más de 3.000.000 de pesos en la remodelación a cargo del estudio del arquitecto Fernando Manzone, se inauguró conservando su estructura y belleza arquitectónica original de modo que el Grand Splendid continúe con su destino cultural tal como fue planteado desde sus comienzos. Llegado a la Argentina en 1890, el inmigrante austríaco Max Glucksman (1875-1946), construyó el edificio en este barrio entonces conocido como “El Saint Germain porteño”. Se inauguró en mayo de 1919 con un teatro diseñado por los arquitectos Rafael Peró y Manuel Torres Armengol. Ambos construyeron también juntos una vivienda colectiva en la calle Mansilla 3480 y Torres Armengol, por su lado, hizo el edificio Rectorado Universidad Nacional del Litoral de la ciudad de Santa Fe (1928-1935). Tenía 4 hileras de palcos, 500 butacas, refrigeración, calefacción y techo corredizo. En tres plantas alfombradas, que conservan el rojo y dorado original. De arquitectura ecléctica, el frente cuenta con una marquesina de líneas griegas con cariátides que sostienen las balconadas de granito gris en el basamento, y piedra clara en las partes altas. Es obra del escultor Troiani, quien también modeló los dos torsos de mujer sobre el cielorraso, a los costados del escenario. Donde hoy se exponen los libros de bolsillo, se encontraban las boleterías. Se esperaba el final de la función anterior en el espacio alfombrado en que hoy se muestran las novedades editoriales y los CD (a la entrada). Y se aguardaba el comienzo de la película bajo la fantástica cúpula que reproduce temas relacionados con el final de la Primera Guerra Mundial con detalles que oscilan entre el manierismo y el romanticismo. Fue pintada por el célebre pintor y decorador Nazareno Orlandi (1861, Italia – 1952, Bs. As.), quien también pintó el cielorraso del salón dorado de la Casa de la Cultura de la Ciudad de Buenos Aires. La Editorial El Ateneo data de 1912. Hoy suma 34 locales en todo el país. En esta sede Ateneo Grand Splendid, hay 120.000 títulos con stock físico, lo que permite a los 3000 visitantes diarios (hay un contador electrónico que registra las visitas en la puerta) optar por 1200 títulos de poesía, 4000 en otras lenguas y 1000 de crítica literaria, por ejemplo. Se venden más de 700.000 ejemplares por año, donde los cien libros más vendidos en el año no alcanzan al 10 por ciento de la venta total del local. Bajando la numeración de la Avenida Santa Fe nos lleva hasta la calle Libertad 1240, donde El Faro del Fin del Mundo (tel. 4816-2920), del Sr. Roberto di Giorgio, es una opción. Otra es The Antique Book Shop, en Libertad 1236, del Sr. Gustavo Breitfeld (tel. 4815-0658 antique@netizen.com.ar). Se puede continuar hasta la Galería Las Victorias, en Libertad 948, Loc. 11 y 15, donde el Sr. Jorge Llobet Guerrero atiende la Librería Pampeana (tel. 4816-6057 ó 15-5347-6523). En la misma dirección, en el local 16A, el Sr. Eduardo A. Sosa está a cargo de la librería Lord Byron (tel. 4811-0902 manuscritos@fibertel.com.ar www.lordbyron.com.ar). Retrocediendo hasta la calle Arroyo 971, entre Carlos Pellegrini y Suipacha, la vidriera de la librería Imago Mundi, armada por el Sr. Daniel Guido Pastore, invita a descubrir este mundo casi exótico. Por el año 1410, el teólogo francés Pierre d'Ailly desarrolló doce tratados bajo el nombre de “Imago Mundi”. Circularon en forma de manuscrito hasta que en 1483 se realizó en Lovaina la primera edición impresa (grabado en madera). El más famoso, el de cosmografía, se basó en las teorías de Aristóteles, Ptolomeo, Plinio el Viejo, Averroes, Avicena y san Agustín, y fue ilustrado con un mapa del mundo, todavía influido por los mapas Orbis Terrarum de la Edad Media. Con este mapa de traza medieval, Cristóbal Colón se embarcó en su primer viaje a América, y es invocando este espíritu que tanto el nombre de la librería como su vidriera, seducen a hurgar en su mundo interior, alucinante experiencia de descubrir un “Nuevo Mundo” a través del tiempo (tel. 4322-3368 imundi@fibertel.com.ar www.librería-imagomundi.com.ar). Un detalle pintoresco en este periplo podría ser el de entrar al Hotel Sofitel, en la calle Arroyo 814, donde su más bella y cálida confitería se llama precisamente “La Bibliothéque”. Su solo nombre nos traslada a un ambiente donde el hotel suele hacer su propuesta narrativa de “Thé Littéraire en la Bibliothèque”, que consta de tres encuentros temáticos, representados por actores. En La Bibliothèque, el público puede deleitarse con una taza de té acompañada de deliciosas especialidades, servida en porcelana antigua y delicada platería, en un marco de finas estanterías y libros de gran belleza. De allí continuamos hasta atravesar la Plaza San Martín y encontrarnos en la Plazoleta "Juvenilia" para tomar la calle Florida hasta el número 835. La propuesta es descender las escaleras para encontrar en el subsuelo de “Galería Buenos Aires” varias librerías anticuarias avecinadas: Librería Los Siete Pilares, del Sr. Héctor Delgado (Florida 835, Local 9; tel. 4516-0150 info@7pilares.com.ar www.7pilares.com.ar); Terra Nova, atendido por el Sr. Juan Manuel Martínez (Florida 835, Local 14. Tel. 4005-0159 terranovamaps@yahoo.com.ar); Memorias del Subsuelo, atendida por Hernán o Alfredo (Florida 835, Locales 28 y 29. Tel. 4313-3481 memoriassub@hotmail.com); El Vellocino de Oro, a cargo de la Sra. Carmen Domínguez Romero de la Osa (Florida 835, Local 31; tel. 4516-0150 - libreriaelvellocinodeoro@hotmail.com); Helena de Buenos Aires (Florida 835, Subsuelo Galería, Local 32; tel. 4311-1491), especializada en el gaucho argentino; Mis Libros, a cargo del Sr. Martín Sandoval (Florida 835, Local 33 A; tel. 4313-0508 mslibros@yahoo.com.ar www.mslibros.com.ar). Tras visitar estos locales (algunos de ellos dedicados íntegramente a la historia, otros a temas filosóficos, o literarios), encontramos muy cerca, en Reconquista 533, la Librería Anticuaria Edgardo Henschel (tel. 4314-4764 henschel@navigo.com.ar www.buch-henschel.com.ar) Si retrocedemos nuevamente por la calle Florida hasta la esquina con la calle Paraguay, y girando hacia la izquierda, a una cuadra, Gotcha’s Books (en Maipú 971, Pasaje de la Galería del Este, Loc. 26; tel. 4894-1231 amadeuslondon@hotmail.com) es atendida por el Sr. Gotcha Shatiri Shvili. Y a apenas una cuadra, la Librería Anticuaria Figueroa es atendida por don Luis Figueroa (Maipú 898; tel. 4314-0888 figueroaluisefren@hotmail.com). Retomando la calle Paraguay, casi en la intersección con la calle Esmeralda (en el número 882) la Librería Anticuaria L´Amateur (Esmeralda 882; tel. 4312-7635 lamateur@arnet.com.ar), fundada en 1926, brinda un vasto catálogo de libros sobre la vida costumbrista del Buenos Aires colonial. Así también Poema 20 Librería Anticuaria, del Sr. Diran Sirinian se encuentra en frente (Esmeralda 869; tel. 4312-0199 dirans@fibertel.com.ar). Los francófilos y francófonos pueden deleitarse dándose una vuelta por la Librería Oficina Del Libro Francés (Esmeralda 861; tel. 4311-0363) para seguir luego por la Av. Córdoba hasta Las Mil y una Hojas (Av. Córdoba 960; tel. 4328-6721), al lado de la Alianza Francesa de Buenos Aires. Si de la Avenida Córdoba seguimos hasta la calle Suipacha, al 521 de Suipacha encontramos que la librería Alberto Casares (tel. 4322-6198 / 4322-0794 casareslibros@fibertel.com.ar www.acasares.servisur.com) se especializa en primeras ediciones de autores argentinos, latinoamericanos y españoles, literatura, historia, arte y libros de viajeros). Podríamos seguir con L.O.L.A., en Viamonte 976, 2D, del Sr. Colin Sharp (tel. 4322-3920 csharp@ar.inter.net www.lola-online.com), para seguir luego hasta la calle Tucumán 712, donde la librería Fernández Blanco fue inaugurada en 1939. Hoy, a cargo del Sr. Lucio Fernando Aquilanti, sigue especializándose en libros sobre la historia de la ciudad de Buenos Aires, Argentina y Latinoamericana, además de temas de arte, política, geografía, literatura, literatura gauchesca, entre tantos otros. Su amplio salón y sobrio mobiliario abriga más de 300 mil títulos, donde no extraña encontrar hasta obras de mediados del siglo XIX (tel. 4322-1010 fernandezblancolibros@gmail.com). De allí podemos acercarnos a las librerías más modernas, pero clásicas a la vez: nuevamente en la calle Florida se alinean la Librería Rodríguez (Florida 377; tel. 4325-4992), El Ateneo (Florida 340; tel. 4325-6801) y Distal Café (Florida 249; tel. 5235-1578/79 distal249@distalnet.com), lugar que ofrece un relajado espacio entre libros para saborear un buen café mientras ojeamos las obras a la venta. Pero la verdadera joya de las librerías anticuarias, la librería más antigua de Buenos Aires, se encuentra frente a la iglesia de San Ignacio, en Alsina 500 (intersección de las calles Bolívar y Alsina, en el barrio de Montserrat; tel. 4343-3374 ó 4331-8989 avila@servisur.com www.libreriadeavla.servisur.com). Allí la Librería de Ávila (ex Librería del Colegio, fundada en el año 1785), fue declarada Patrimonio Histórico y Sitio de Interés Cultural de Buenos Aires, y continua alternando con las publicaciones recientes, magníficas reliquias bibliográficas que se ostentan desde sus vitrinas: libros antiguos y agotados, orillando temas de antropología, etnografía, historia argentina y americana, tango, folclore y lingüística, entre otros. En su sótano se sucedían las reuniones del discreto “Club de Marcos”. Julián Baltasar Álvarez fue uno de los más conspicuos propulsores de las logias masónicas en ambas orillas del Río de la Plata. Constituyó talleres operativos, reductos para-masónicos, con finalidades políticas, de carácter de sociedades patrióticas, civiles y militares. Uno de los clubes patrióticos, inspirado por este jefe masónico, fue precisamente el que se reunía en el Café de Marco o Marcos, primer club de Buenos Aires, conformado en abril de 1811. Se reunía en este establecimiento de expendio de bebidas y salón de billares fundado en 1804 por el catalán Pedro José Marcos, adosado a lo que luego se dedicaría exclusivamente a la venta de libros. El Club fue centro de varias conjuras contra el saavedrismo organizadas por la juventud morenista, en donde se destacaban Álvarez, Beruti, Frenen, Agustín Donado, Francisco Planes, Salvador Cornet como cabezas del movimiento patriótico, al que pertenecían dos miembros de la vieja Junta, Hipólito Vieytes y Nicolás Rodríguez Peña. Si bien esta sociedad tenía carácter de logia operativa, sus miembros fueron en mayoría iniciados en las logias Masónicas, lo cual explica que se siguieran reuniendo posterior a la disolución del Club de Marcos. El local tuvo otro período de apogeo en 1830 como asiduo lugar de sesiones literarias y tertulias. Por su ubicación estratégica frente a lo que fue el Real Colegio de San Carlos, devenido en Colegio Nacional de Buenos Aires, fue concurrida, en diferentes épocas, por Bartolomé Mitre, Miguel Cané, Carlos Pellegrini, Rafael Obligado, Amadeo Jacques, José Manuel Estrada, Aristóbulo del Valle, Cosme Mariano Argerich, Francisco Pascasio Moreno, y Martín Coronado, entre tantos. El actual edificio fue erigido en 1926, y allí se fundó, en 1939, la Editorial Sudamericana. En 1967 Sudamericana vende la librería a una cooperativa de ex empleados dándole funcionamiento hasta su cierre en 1989 por motivos económicos. En 1993 Miguel Ángel Ávila asumió la reapertura del local, atendiéndolo hasta la actualidad manteniendo su espíritu de antaño. Al visitar el subsuelo se comprende porqué aún se conoce el lugar como el "almacén o bar literario", dando lugar a actividades culturales como disertaciones, cursos, presentación de libros, exposiciones, etc. Volviendo hasta la Avenida de Mayo, más exactamente entre los números 500 y el 1200, son varias las librerías anticuarias entre las que se destaca la librería El Túnel, en Avenida de Mayo 767 (tel. 4331-2106. el_lenut@hotmail.com) y El Ventanal, en Av. de Mayo 769, donde comercializan libros de filosofía, historia argentina y universal, literatura y arte, entre otros (tel. 4345-8800, elventanal@hotmail.com). Muy cerca, De Las Luces, en Av. de Mayo 979, también tiene libros usados y saldos (tel. 4343-6216 libreriadelasluces@sinectis.com.ar). De aquí podemos regresar hasta la Broadway porteña, la Avenida Corrientes, que de pronto deja atrás cines y teatros para dar lugar a una seguidilla de librerías (por Avenida Corrientes, entre la Avenida 9 de Julio y la Avenida Callao), algunas tan pequeñas como discretas, en cuyo interior nos espera un mundo de sorpresas. Algunas de ellas, devenidas en cafés literarios, ofrecen en reducido espacio la posibilidad de repararnos del frío de las anchas veredas de la avenida para encontrar la calidez del café junto a los libros. Si bien no son del tipo anticuarias, ofrecen curiosos y valiosos ejemplares, a veces usados o de ocasión que afloran en las mesas de los saldos, como en Avenida Corrientes 1318, donde la librería Libertador ofrece la venta y canje de libros y revistas por mayor y menor, nuevos y usados… (tel. 4373-4357). La oferta es amplia y de lo más variada, aunque en general, a juzgar por las charlas literarias que se promocionan en los mismos lugares, la temática de las disertaciones y libros son de tendencia política-socialista. Como no son pocas las propuestas en esta zona, la idea es perderse entre todos estos locales, inclusive teniendo en cuenta la Cueva Libros, en Sarmiento 1566 (tel. 4382-5176 info@cuevalibros.com.ar www.cuevalibros.com.ar), del Sr. Alberto Costa, y la Librería Platero, en Talcahuano 485, del Sr. Alberto Lacueva (tel. 4382-2215; fax: 4382-3896 info@libreriaplatero.com.ar). O del otro lado de la avenida, en Lavalle 1362, PB, of. 6 (tel. 4382-0987), los libros jurídicos nuevos y agotados delatan el entorno judicial. Y para los que mucho siempre sabe a poco, Edipo, en Avenida Corrientes 1686, compra y vende libros nuevos, ofertas, saldos y agotados (tel. 4372-6693) y cuenta con una sucursal en la calle Lavalle 1582 (tel. 4371-6891 edipolibros@yahoo.com.ar). Y más hacia el oeste todavía… La Oferta, en Avenida Corrientes 1906, vende libros antiguos y saldos (tel. 4953-3573). ¿Todo esto no alcanza a despuntar el vicio del bibliófilo? Entonces seguimos otro día, porque hay más...  

Lic. Tamara Le Gorlois
http://www.actualizacionesturismo.blogspot.com.ar/
tamaralic@hotmail.com

Fuentes consultadas:
http://www.eternacadencia.com/home.asp
http://www.servisur.com/libantiguos/
http://www.alada.org.ar/mapa.
html www.bibliofilos.net

4 comentarios:

  1. Impecable, querida amiga, como todo lo que compartes.
    César

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  2. Buenas noches, recién visité su sitio y me gustó mucho, felicitaciones por el trabajo y muchas gracias!
    Quisiera solicitar si pueden incluir en el listado de Librerías Anticuarias de Argentina a mí librería, El Farolito, soy miembro de ALADA la Asociación de Libreros Anticuarios de Argentina.
    https://alada.org.ar/libreria/el-farolito_199/1

    Quedo a su disposición, saludos cordiales, Sebastián Cézare, de Librería El Farolito.

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