Cuando Erida supo que Afrodita, Atenea y Hera sí habían sido invitadas, al igual que tantos otros dioses, planeó venganza y envió una manzana de oro con la inscripción “kallisti” (que significa “para la más bella”), sabiendo que todas se consideraban de superior belleza. La manzana fue entregada al final del banquete a Zeus para que se la entregara a quien correspondiera, y Zeus, para no involucrarse en una liza, le encargó a Paris que tomara la decisión.
Hera, pretendiendo ganarse el reconocimiento, le ofreció a Paris todas las riquezas que pudiera imaginar, poder político y el control de toda Asia; Atenea le ofreció sabiduría y la posibilidad de ser el más poderoso y conspicuo guerrero; pero al fin fue Afrodita quien supo sobornarlo prometiéndole el amor de Helena de Troya, considerada la mujer más bella del mundo.
Finalmente la discordia llevó nada menos que a la destrucción de Troya, inspirada y guiada por Atenea y Hera.
Lic. Tamara Le Gorlois
El Juicio de Paris según Enrique Simonet
El juicio de Paris según Peter Paul Rubens, ca. 1638 - 1639. Museo del Prado, Madrid. |
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