10 clases de entrevistadores
Cómo será tu próxima entrevista laboral


Cómo será tu próxima entrevista laboral
Según Anthony Balderrama, redactor de CareerBuilder.com


Las entrevistas laborales traen consigo un sinfín de interrogantes: ¿Cómo me visto? ¿Cómo debería responder esa pregunta? ¿Cuánto tiempo debería destinarle? Los prevenidos preparan todo esto de antemano. Lleva tu traje a la tintorería, acude a la entrevista sin ningún tipo de presión horaria. Pero hay un factor que puede desbaratar todo el plan: el tipo de entrevistador que te toque en suerte. Cuando te sientas a la mesa, la actitud y el estilo del entrevistador para preguntar impactarán directamente en lo que digas y en cómo lo dices.
Aquí te ofrecemos una pequeña ayuda con una lista de 10 tipos de entrevistadores que podrías encontrarte y cómo tratar con ellos.
1. Tu mejor amigo

Qué esperar: Demasiado de todo. Apenas entras, el apretón de manos es un poco demasiado entusiasta. La sonrisa es demasiado ancha. La conversación es demasiado personal. Todo es simplemente demasiado. El entrevistador te trata como si fuera tu mejor amigo, lo cual es agradable, pero confuso porque si bien tu intención es estar relajado, no debes olvidar que después de todo estás en una entrevista.

Cómo actuar: Toma este acercamiento como un indicio de que puedes estar un poco más suelto porque tu mejor amigo no quiere un empleado acartonado. Sólo recuerda que el entrevistador puede ser más informal que tú porque eres tú precisamente quien se está presentando para el puesto. Muéstrale que estás relajado, pero no pierdas el profesionalismo y no te comportes como si de verdad fueran buenos amigos: anécdotas sobre fiestas locas y tu vida personal no son parte de la conversación.


2. El interrogador

Qué esperar: Una pregunta detrás de otra. El interrogador no viene a charlar. Tiene una lista de preguntas para disparar y más te vale estar listo para responderlas. No esperes de él un montón de señales que te permitan saber cómo lo estás haciendo. Sólo prepárate para más preguntas.

Cómo actuar: Mira algunos episodios de "La ley y el orden" ("Law & Order"). Te vas a sentir a la defensiva todo el tiempo y, cuando te marches, te quedarás pensando si hiciste algo mal. No bien te des cuenta de que el entrevistador te ametrallará a preguntas, lo único que tienes que hacer es enfocarte en responderlas, no te esfuerces en leer su reacción. Puedes tratar de alentar la conversación con algunas respuestas, pero que no te sorprenda si el intento fracasa. Este entrevistador quiere escuchar tus respuestas y ver cómo te desenvuelves. Mantener la calma es la mejor estrategia.


3. La que tiene mejores cosas que hacer

Qué esperar: Una entrevistadora revisando su correo electrónico, mirándote sin prestar atención a lo que dices. Algunas personas son obligadas a participar de un proceso de entrevistas aún cuando no tengan el más mínimo interés en hacerlo. No te lo tomes como algo personal.

Cómo actuar: Responde las preguntas y sé amable. Intenta mantener conversaciones con la distraída, tu objetivo debe ser ponerla de tu lado: hey, un poco de simpatía no te hará daño. Pero existen dos opciones: o esta entrevistadora ya viene mal predispuesta desde antes de entrar a la sala de reuniones o no le interesa informar sobre ti. Hazlo lo mejor que puedas y no tomes su desinterés como algo personal.


4. El desubicado

Qué esperar: Sudor frío porque no sabes qué decir o hacer. Cada tanto te cruzarás con un entrevistador que no entiende los límites. Bromas fuera de lugar, anécdotas personales que no deberían salir de un diván o una pregunta que escarba demasiado en tu vida. Este entrevistador no pretende incomodarte, simplemente no tiene noción de los límites.

Cómo actuar: No salgas de tu zona de confort. Sólo porque este entrevistador podría llorar sobre tu hombro de un momento a otro, no sientas presión por ofrecer reciprocidad. Responde lo que quieras responder e intenta encausar la conversación hacia asuntos pertinentes, como los requisitos del empleo o tus habilidades. Probablemente ni siquiera advierta que se ha desviado por completo y seguirá tu iniciativa. Por supuesto, si sientes que las preguntas se están pasando de la raya, sal de ahí lo antes que puedas.


5. El que no se aparta del libreto

Qué esperar: Todos los trucos y consejos que alguna vez escuchaste sobre las entrevistas laborales saldrán a la mesa. Así como algunos estudiantes jamás faltan a clase y hacen siempre la tarea, algunos entrevistadores no conciben apartarse del protocolo de la entrevista laboral. Preguntas aburridas y una presencia estoica son sus mejores amigos.

Cómo actuar: Sé el mejor entrevistado que puedas ser. ¿Sabes cuál es tu mayor debilidad? ¿Sabes dar el apretón de manos perfecto? ¿Piensas llevar una camisa sobria y saco? Deberías, porque las conductas de manual te sumarán puntos.


6. El bromista

Qué esperar: Una comedia guionada. Algunos entrevistadores tienen un sentido del humor tan grande que no pueden dejar de bromear, aún en situaciones inapropiadas. Por cada respuesta recibirás un comentario sarcástico o un chiste al margen. Esta conducta no es necesariamente mala, pero puede generar confusiones porque a veces no sabes si la entrevista ya ha comenzado.

Cómo actuar: Después de algunos minutos, te habrás dado cuenta de que el entrevistador es un bromista. Si su personalidad te fastidia, trabajar en esa empresa probablemente no te agrade. Si no te molesta tanto, intenta seguirle el juego. Respóndele con otra broma para demostrar que tienes personalidad. Para algunos entrevistadores, tu currículum es prueba suficiente de tu capacidad, la entrevista en sí es la oportunidad de ver si encajas en el grupo.


7. El rarito

Qué esperar: Comportamiento extraño. Todos conocemos gente rara, pero solemos olvidar que esas personas también tienen sus empleos. Y algunos de ellos son jefes o gerentes de contrataciones responsables de las entrevistas. Por lo tanto, no debería sorprendernos encontrarnos con un individuo peculiar con un cuadro hecho de macaronis colgado en su oficina que te pregunte "¿Quién es tu personaje favorito de Brigada A?".

Cómo actuar: Sólo síguele la corriente. A menos que la rareza se vuelva macabra u ofensiva, dedícate a responder e ignora los condimentos bizarros. Si las preguntas y el contacto son profesionales pero la entrevistadora está doblando su origami, mantente concentrado en la entrevista. Probablemente no tenga idea de que está haciendo algo extraño. Te está prestando atención.


8. El súper racional

Qué esperar: Difícil de empatizar. A este entrevistador no le interesa discutir acerca de lo que sientes. Es honesto y no desperdiciará su tiempo ni el tuyo.

Cómo actuar: Estate preparado. Te dirá que no está seguro si estás lo suficientemente calificado o que teme que no encajes en el grupo. Demuéstrale que está equivocado con hechos que evidencien que eres la persona perfecta para el puesto. No respeta a quienes no tienen agallas. Actúa con su misma firmeza.


9. La pizarra en blanco

Qué esperar: Ni una reacción. La pizarra en blanco es el entrevistador que no cambia la expresión de comienzo a fin. Ya sea una sonrisa radiante o una apariencia impacible, no tendrás ninguna pista para saber si lo estás haciendo bien.

Cómo actuar: No trates de quebrar su fachada. Si te la pasas buscando señales que te indiquen si dijiste lo correcto o no sólo conseguirás perjudicarte. Responde las preguntas, sé tú mismo y manten la línea. Tu instinto dará su veredicto, pero con la pizarra en blanco nunca sabes. No te permitas analizar mucho la situación.


10. La mafia

Qué esperar: Un grupo intimidante. Cada vez que te entrevistan en grupo es traumático. Los entrevistadores pueden ser adorables, nefastos o una mezcla, pero la constante es la sensación de tener un montón de ojos sobre ti.

Cómo actuar: Intenta relajarte. Parece un consejo irrealizable, pero es lo mejor que puedes hacer. Cuando te entrevistan varias personas a la vez te encontrarás con distintos tipos de entrevistadores, no puedes complacer a todos. Intenta ser tú mismo e identifica a los entrevistadores más afines contigo. Cuando veas que alguno hace un gesto afirmativo o que mantiene el contacto visual, te sentirás más cómodo y los nervios comenzarán a desvanecerse.

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