GENÉTICA DEL VIAJERO

El "gen del viajero", "gen aventurero" o "gen nómada" es una forma popular de referirse al gen DRD4-7R, una variante del gen que regula la dopamina, relacionada con la búsqueda de nuevas experiencias, impulsividad y curiosidad.

Las personas con esta variante genética tienden a:

- Tener más deseo de explorar lugares nuevos.

- Ser más propensas a asumir riesgos.

- Tener personalidades aventureras.

Se asocia con rasgos que podrían hacer que alguien disfrute o necesite moverse y descubrir.

El DRD4-7R es una variante del gen DRD4 (receptor de dopamina tipo 4). Esta variante, llamada alelo 7R, ha generado gran interés en los campos de la genética, la psicología y la antropología por su relación con ciertos comportamientos humanos.

¿Pero qué es exactamente el DRD4-7R?

• El DRD4 codifica un receptor que se encuentra en el cerebro y que responde a la dopamina, un neurotransmisor clave en la motivación, el placer y la recompensa.

• La variante 7R (que significa que tiene una repetición de 7 veces en una región específica del gen) afecta la manera en que estos receptores funcionan.

• Esta variante no es la más común; su presencia varía entre poblaciones, siendo más frecuente en grupos que históricamente han sido nómadas o migrantes.

Numerosos estudios han asociado este alelo con rasgos conductuales como:

Rasgo observado	¿Cómo se relaciona con DRD4-7R?
Alta búsqueda de novedad (novelty seeking)	Más tendencia a explorar y asumir riesgos.
Impulsividad	Más dificultad para inhibir acciones inmediatas.
Hiperactividad	Relación con el TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad).
Curiosidad intensa	Tendencia a buscar estímulos nuevos o complejos.
Predisposición al nomadismo	Más común en pueblos nómadas que en sedentarios.

¿En qué es útil esta variante?

En términos evolutivos:

• Los individuos con DRD4-7R habrían sido más propensos a explorar nuevos territorios, buscar comida y adaptarse a cambios.

• En entornos cambiantes o escasos, este perfil era ventajoso: permitía migrar, arriesgarse, innovar.

Por eso se encuentra con más frecuencia en individuos o familias con mayor resiliencia ante situaciones de guerra o genocidios o en poblaciones migrantes o con ancestros nómadas (como ciertos grupos indígenas americanos o poblaciones de África oriental).

El gran economista Salvador Di Stéfano recuerda en cada entrevista, que "Argentina no está viviendo un cambio de época, la Argentina vive una época de cambios",  algo que vemos a nivel mundial. Y a mi me trae un dicho darwiniano que dice que no sobrevive el más fuerte, sino quien mejor se adapta. No me cabe duda de que este gen juega mucho a favor. La buena noticia es que el gen no es solo privilegio de algunos: el biólogo celular Bruce Lipton concluye que, por medio de la la epigenética, aunque tengamos un código genético predeterminado, nuestras decisiones, creencias y experiencias pueden influir en cómo esos genes se expresan. En otras palabras, si no tienes el gen del viajero, lo puedes co-crear.

¿Tiene efectos negativos?

Sí, en determinados contextos modernos:

• Puede predisponer a conductas adictivas, problemas de atención, o dificultad para mantenerse dentro de entornos estructurados (como escuelas o trabajos tradicionales).

• Sin embargo, en ambientes más dinámicos o creativos, puede ser una ventaja, porque estas personas tienden a ser emprendedoras, curiosas y capaces de afrontar la incertidumbre.

En definitiva, el DRD4-7R es una pieza genética interesante que modula la sensibilidad al entorno, haciendo que algunas personas sientan mayor impulso por explorar, moverse, innovar o rebelarse frente a lo estático. ¿Te parece familiar?  😁

Lic. Tamara Le Gorlois

Foto: Thai Elephant Conservation Center, Chiang Mai, Tailandia

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