Web check-in y los mejores asientos


Los gurúes de los asientos
Foto FACUNDO BASAVILBASO

¿Por qué no hiciste el Web check-in? , pregunta con enojo la voz de la conciencia cuando uno llega al aeropuerto y descubre que tiene el asiento asignado, que por supuesto no es el mejor. Ahora que gran parte de los viajeros se registra de antemano por Internet, soñar con obtener una buena ubicación directamente en los mostradores hace reír (por dentro) hasta a los empleados de la aerolínea. Si hay filas de cinco asientos, seguramente nos tocará en el medio, y si queda libre un pasillo, estará justo al lado del baño.

Una buena butaca puede ser el comienzo de un gran viaje. O al revés: volar muy incómodo deriva en perder tiempo en el destino, ya que uno llega doblado y necesitará unas horas para recobrar energías. Por eso adelantarse tiene sus privilegios. Sobre todo para los más organizados, que eligen la butaca al realizar la compra o hacen el check-in apenas se habilita esa posibilidad en la Web. Para ellos, especialmente, hay páginas repletas de consejos. Una de las mejores es Seatguru.com

Desde este espacio virtual se pueden conocer las mejores ubicaciones de un avión, según información actualizada de más de cien aerolíneas. El gurú del asiento ofrece ingresar directamente el número de un vuelo para mostrar en pantalla las ventajas y desventajas de sus butacas. Así, yo descubrí, por ejemplo, que me convenía cambiar el 39E que tenía asignado en un vuelo -a Miami por American Airlines- por un 41D, que de casualidad quedaba disponible.

Si bien los dos estaban al fondo de la nave (la zona más ruidosa y de mayor movimiento) y no eran pasillo ni ventana , la diferencia aparecía en la cantidad de espacio. La explicación del sitio fue convincente: la fila tiene cuatro asientos en lugar de cinco y más lugar para estirar las piernas. Además, cuenta con doble apoyabrazos de cada lado, de manera de evitar la pequeña disputa que todo insomne en vuelo tiene con sus vecinos. Tratándose de un viaje nocturno, repleto y de nueve horas, el cambio resultó fundamental.

La variable más influyente a la hora de elegir una aerolínea es el precio del pasaje, seguida por las escalas y los horarios. Pero no son pocos los viajeros que toman la decisión según el servicio a bordo o el espacio entre los asientos. El gurú, para ellos, también tiene comparaciones.

Algo parecido presenta www.bestplaneseat.com , donde se puede conocer la disposición de las hileras mediante la marca y el modelo de cada avión. Se busca en los Boeing y los Airbus, según la configuración de cada aerolínea; tiene información de unas veinte empresas. También cumplen con esta función los sitios www.seatmaestro.com y www.seatexpert.com , que incluyen una interesante sección de preguntas y respuestas (una buena es cómo elegir asientos en un viaje en familia ).

Hay otros especialistas dedicados al mundillo de los vuelos. En www.independenttraveler.com recomiendan, en su Top10 de consejos para elegir asiento, pagar los 10 o 20 dólares adicionales que ofrecen algunas aerolíneas para ubicarse en las salidas de emergencia o en la primera fila de cada cabina.

Aunque ambas opciones requieren de una atención especial. En la primera, además de estar físicamente en condiciones de viajar junto al cartel de Exit (algo imprescindible) hay que fijarse cuáles son las poltronas que se reclinan y cuáles no. En el caso de las primeras filas, un buen aporte aparece en www.seatplans.com/choosing-your-seat : "Usted conseguirá probablemente más espacio para las piernas, pero considere que es allí donde los bebes viajan a menudo en cunas, y ninguna cantidad de espacio adicional compensa a un bebe ruidoso en un vuelo nocturno. También, cerciórese de no sentarse en la fila ubicada delante del tabique hermético (que separa las cabinas), ya que su asiento puede ser fijo o casi fijo".

Los que viajan en las clases privilegiadas no suelen tener estos problemas, pero los gurúes no se olvidan de ellos: todas estas páginas recomiendan asientos también en sus sectores. Y la mayoría coincide en algunos tips , entre ellos: ubicarse en el frente del avión, donde se sienten menos las turbulencias y el servicio de comida llega antes; elegir ventanilla en un vuelo nocturno; volver a preguntar por asientos libres en la puerta de abordaje, ante algún faltazo de último momento, y utilizar todo el encanto posible cuando uno desea realizar un cambio: si se presenta con malos modos, volará rodeado de criaturas incansables.

Publicado por Martín Wain en La Nación / 17 de octubre de 2010

No hay comentarios.:

Publicar un comentario