Muestran pérdida de escamas y enrojecimiento de branquias. Los especialistas dicen que es un “fenómeno natural”, pero los vecinos denuncian contaminación.
Por Brenda Focas
Sábalos y bagres se juntan con los desperdicios en el Río Tigre. Algunos llegan muriéndose.
Pero hoy, con el sol de octubre, los peces siguen muriendo. Para Germán Larrán, director de recursos naturales del Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible, OPDS, conducido por José Molina, el fenómeno se debe a un proceso natural. Y negó que alguna sustancia química haya provocado el desastre ecológico.
“El fenómeno afecta casi con exclusividad a los sábalos juveniles, de 15 a 20 centímetros, y a algunos bagres. Todos presentan la misma sintomatología: deterioro externo de las aletas, pérdida de escamas y un enrojecimiento importante al nivel de las branquias, lo que infiere una voluntad extrema por la búsqueda de oxigeno”, describe.
En relación con las causas argumenta: “Hace poco vimos que esta especie fue afectada por cuestiones de frío. Ahora se puede inferir que la falta de oxigeno. Es por las subidas y bajadas de la marea muy pronunciadas. Estas especies habitan en los cuerpos de agua menores, de poca profundidad, que cuando se producen las bajas quedan atrapados en los cursos de agua estacionales, sufren la anoxia, y después cuando vuelve a subir la marea, aparecen en masa moribundos.
Vienen deteriorándose, buscando oxigeno”, explica el especialista de la OPDS.
Pero a los isleños este argumento no los convence y denuncian una contaminación cada vez mayor de los ríos de la zona. “Además de lo que explican las autoridades, creemos que no se puede desdeñar el factor contaminación que generan los agrotóxicos que se usan en los monocultivos en las zonas aledañas a los ríos”, opina Pablo Laise, de la Asamblea Delta y Río de la Plata, que difunden la página porquemuerenlospeces.blogspot.com. Los vecinos están alertas: “Hace treinta años que vivo acá y nunca vi algo así, realmente estamos azorados. Aparecen los peces boqueando y después muertos por decenas”, dice Malena Villarino. Por su parte, Leticia Villalba, subsecretaria de gestión ambiental del municipio de Tigre, expresó también su preocupación: “Pedimos estudios más amplios que abarquen más municipios para saber si lo estamos recibiendo de aguas arriba. Es necesario hacer un recorrido que muestre integralmente el fenómeno para saber luego qué medidas tomar”.
Desde la OPDS aseguran que esta semana comenzarán los monitoreos para evaluar la calidad del agua y el estado sanitario y poblacional de los peces.
http://www.diarioperfil.com.ar/edimp/0513/articulo.php?art=24936&ed=0513
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