PROPÓSITO DE VIDA

Es sabido que estamos en piloto automático, aferrados a la zona de confort (ego) programada en nuestra tierna infancia.
De los dos a seis años vivimos en frecuencia Theta, llamada la onda de la hipnosis. En este estado hipnótico registramos sin filtro en el subconsciente toda información recibida de nuestro entorno y así vamos modelando nuestro Ser. Condicionados por esta información recibida, vamos a adquirir o no autoestima y con ella valoraremos si tenemos poder o no de crear nuestra propia realidad.
Nuestro ego trabajará el resto de nuestra vida en relación a esto. De aquí que las decisiones "ya están tomadas", ya están programadas para el resto de nuestra vida. Por eso decidiremos abrazar la docencia en el concepto de que "ser rico o millonario, no es para mí, porque los hogares católicos transmiten que hablar de dinero es malévolo. Ergo, para que mis progenitores con sus creencias me acepten y den amor, seré docente, o artista, o escritor, o empleado pasándomela en relación de dependencia con dificultades para llegar a fin de mes de por vida. Es solo un ejemplo. Otros, como lo hace la comunidad judía, abrazan la riqueza material porque en las sagradas escrituras interpretan que no son merecedores de la gracia de Dios si no honran en este mundo tridimensional la abundancia dada por Dios simbolizada en la riqueza material. Te polarizo con esto dos antagonismos, dos ejemplos de ese ego o programación cultural recibida en la tierna infancia, pero, obviamente, hay infinidad de grises en medio.
Esto se manifestará de por vida en piloto automático, como un destino predeterminado que escapa de nuestras manos.
Pero aquí viene la buena noticia, y hace a mi ikigai o propósito de vida: si bien el 95 % de nuestras acciones ya están programadas por defecto, la neurociencia y la epigenética hoy dejan claro que nos queda un 5% de  chance de reprogramarnos a nuestro gusto y decisión. Se llama estado de consciencia y responsabilidad sobre nuestra alma. Si vivimos cada segundo de vida en consciencia de que somos títeres de esta matrix, cabe la posibilidad de no dejarnos morir en vida. Solo entonces pasamos a cortar hilos y tejer los propios (creamos nuevas sinapsis) que construyen nuestro presente y futuro. Y con esto, por sobre todo, si trabajamos en consciencia y responsabilidad adulta, hacemos nuestro auto aporte a sublimar nuestro Ser, propósito oculto del paso por este mundo tridimensional y, de hecho, es lo único que nos llevaremos el día del descarne.

Tamara Le Gorlois

No hay comentarios.:

Publicar un comentario