Gustav Klimt, el pintor de las mujeres. Art Nouveau vienés

(14 de julio, 1862 – 6 de febrero, 1918) nació en Baumgarten, cerca de Viena, Austria.

Pintor simbolista, co-fundador y primer presidente de Wiener Sezession (Secesión de Viena), un grupo de arquitectos y de artistas modernistas que fundaron su propia sociedad para exponer y dar lugar al movimiento modernista de la Secesión vienesa, versión vienesa del Art Nouveau. Fue también un frecuente colaborador de Ver Sacrum, el periódico del grupo.

Cursó estudios en la Escuela de Artes y Oficios de Viena entre los años 1879 y 1883, donde aprendió a trabajar las técnicas de las artes decorativas.
Comenzó a ganarse la vida con encargos mientras estaba todavía en la escuela.

Formó una sociedad con su hermano Ernst y otro estudiante, Franz Matsch. Klimt-Matsch y Cía. consiguieron hacerse ricos con los encargos de los nuevos edificios en construcción.

Klimt comenzó (1883) como artista-decorador asociado con su hermano y Franz Matsch.
Sus primeros trabajos fueron lienzos y grandes pinturas murales para teatros realizadas en un marcado estilo naturalista. Entre 1886-92, por ejemplo, crea las decoraciones murales para las escaleras del Burgtheater y el museo de Kunsthistorisches en Viena.
Pintó lienzos y murales, bocetos y objetos de artesanía, muchos de ellos expuestos en la Galería de la Secesión vienesa.
Afín a cierto ideario romántico, fue el desnudo femenino una de sus más recurrentes fuentes de inspiración. Sus obras están dotadas de intensa energía sensual, reflejada especialmente en apuntes y esbozos a lápiz, en cierto modo herederos de la tradición de dibujos eróticos de Rodin e Ingres.
Trató la sexualidad femenina a través del ciclo de la vida en todas sus etapas: procreación, gestación, infancia, juventud y vejez, salud y hermosura, enfermedad y muerte.
Representó modelos de la burguesía vienesa, pero también tenía un séquito de mujeres prostitutas o de vida humilde que le servían de musas.
Rompió con el ideal académico y se caracterizó por el empleo de un intenso colorido, el uso frecuente de fondos dorados y la utilización de ornamentos florales en sus cuadros.

Desde 1898, su pintura devino más imaginativa asumiendo un aspecto más decorativo y simbólico. Las obras más conocidas son sus últimos retratos, como el de Frau Fritsa Reidler (1906, Galería Osterreichische de Viena) y las series de murales de mosaico (1905-1909) para el Palacio Stoclet, en Bruselas.
En 1909 viajó a París, interesándose especialmente por la obra de Toulouse-Lautrec y de los fauvistas, encabezados por Matisse. También le atrajo la obra de Van Gogh, Gauguin y Munch. De regreso a Viena se produjo un gran cambio en su pintura finalizando la época dorada y comenzando la etapa caleidoscópica, en la que el decorativismo y la diversidad de colores se adueñaron de sus telas.
Klimt se convirtió en un referente en la alta sociedad vienesa, relacionándose con los más notables círculos intelectuales del momento, en una época en la que Viena estaba dejando de ser la capital mundial del arte.
El 11 de enero de 1918 sufrió un ataque de apoplejía.

En junio de 2006 una de sus pinturas, el retrato de Adele Bloch-Bauer, se convirtió en la segunda pintura más cara de la historia en ese momento, al venderse por 135 millones de dólares.

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