Otras aerolíneas harán vuelos regionales desde Aeroparque

Despejada la polémica por la posible discriminación, las principales competidoras de Aerolíneas Argentinas en los vuelos a países de la región comenzaron a prepararse para mudar ellas también al Aeroparque Metropolitano sus servicios a Brasil, Paraguay y Chile.

El secretario de Transporte de la Nación, Juan Pablo Schiavi, recibió ayer a los representantes de Jurca (la cámara que agrupa a las líneas aéreas) y les explicó los alcances de la resolución 265 de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC), que había despertado inquietud en el sector por una posible discriminación a las compañías extranjeras en beneficio de Aerolíneas Argentinas. La firma con gestión estatal es, por el momento, la única que tiene autorización para operar vuelos regionales desde Aeroparque (en lugar de Ezeiza) desde el 1° de marzo próximo.

"Todas las compañías podrán peticionar y tener la autorización para volar a la región desde el Aeroparque Metropolitano, pero como ocurre en la mayoría de los países vamos a darles prioridad a los requerimientos de nuestra línea de bandera", dijo Schiavi, según un comunicado de su secretaría. Al término del encuentro, uno de los ejecutivos reaccionó con alivio: "A mí me suena diferente «prioridad» que «exclusividad». Eso ya es un avance".

La reunión duró poco más de veinte minutos y asistieron los representantes de las aerolíneas más perjudicadas por el beneficio que se le dio inicialmente a Aerolíneas: la chilena LAN y las brasileñas TAM y Gol. Schiavi estuvo acompañado por el director de la ANAC, Rodolfo Gabrielli.

Jurca emitió un comunicado en el que declara su "satisfacción por el compromiso asumido por parte del funcionario del Poder Ejecutivo de respetar la igualdad de condiciones entre todo los competidores". La resolución de la ANAC, que Schiavi entregó a sus interlocutores, menciona a Aerolíneas como la empresa solicitante, pero el funcionario les explicó que ello es así porque la línea de bandera presentó el pedido de autorización antes que las otras.

Puerta abierta
La explicación de Schiavi abrió la puerta para que las compañías extranjeras siguieran el camino de Aerolíneas. LAN ya pidió autorización para realizar vuelos regionales desde Aeroparque a partir del 1° de abril, y TAM ya comenzó a elaborar informes internos para realizar en breve una presentación similar, según contaron fuentes de ambas empresas.

En el primero de los casos, fue LAN Argentina la que solicitó la autorización, con la intención de volar a Santiago y a San Pablo. LAN Chile, que también vuela a la capital trasandina, seguirá operando por el momento desde Ezeiza. Su filial argentina cuenta con ciertas ventajas, como el hecho de tener ya hoy presencia en Aeroparque.

Fuentes de la Secretaría de Transporte señalaron que esos pedidos serán evaluados por los organismos técnicos y recordaron que en el caso de Aerolíneas el proceso llevó más de tres meses.

Schiavi también tranquilizó a los representantes de Jurca acerca de la capacidad operativa de Aeroparque para soportar el aumento de vuelos. A comienzos de la semana, la cámara había advertido que la regionalización implicará un incremento del 40% en el tráfico actual del aeropuerto porteño, "lo que podría traducirse en un considerable riesgo para los aspectos de seguridad". Según el secretario de Transporte, esa estación hoy está funcionando al 50% de su capacidad.

Aeropuertos Argentina 2000, la empresa de Eduardo Eurnekian que opera en Aeroparque, informó que hoy los slots (espacios temporales para el despegue) vigentes son de 5 minutos de separación y que se pueden intercalar operaciones de arribos.

No obstante, ya hay aspectos de la regionalización que tendrán impacto en la propia operación de Aerolíneas Argentinas. Según fuentes internas de la compañía, desde el marzo hay cinco aviones de Austral que deberán pernoctar en otros aeropuertos por la falta de espacio que tendrá la compañía en Aeroparque. Esta medida implicaría mayores erogaciones para el traslado y alojamiento de las respectivas tripulaciones, en una empresa que para este año prevé pérdidas por cerca de US$ 400 millones.
Oliver Galak, LA NACIÓN, 30 de enero 2010