¡De Sierra de la Ventana al frigorífico!


De 600 caballos que tuvimos en estado salvaje, hoy sobreviven apenas unos 200 individuos.
Argentina cuenta con una de las cuatro manadas de caballos en estado salvaje del mundo. Desde hace décadas, estos equinos cabalgan libres en el Parque Provincial Ernesto Tornquist, Sierra de la Ventana. Si han visto la película argentina “CABALLOS SALVAJES” parte de la manada fue tomada en el film.
Si bien las empresas de turismo lugareñas los publicitan como algo muy bello de ver, el MINISTERIO DE ASUNTOS AGRARIOS ha planeado su ERRADICACIÓN, argumentando que no son animales autóctonos, nombran a los caballos como una presencia “EXÓTICA” depredadora de los pastizales, irónicamente en dicho predio se puede observar presencia de VACAS, símbolo del usufructo del parque para intereses personales de unos pocos.
Las maniobras para retirar y comercializar los caballos es la siguiente:
COMANDO REMONTA, encierra los animales, luego se seleccionan algunos ejemplares, mayoritariamente yeguas que pueden servirles como reproductoras.
El resto de los animales son MARCADOS por el matarife.
COMO ÚLTIMO PASO, LOS CABALLOS SON ENVIADOS A FAENA al frigorífico, enriqueciendo bolsillos con animales que nos pertenecen a TODOS los argentinos.

Esta es la triste reseña de los que está sucediendo con nuestros amados caballos salvajes. Ellos son más dueños de esas tierras que cualquiera de nosotros, es de EXTREMA URGENCIA tomar cartas en este asunto y detener esta masacre.
Solicitamos apoyo y difusión. La preservación de estas manadas depende de nosotros…
Desde ya, muchas gracias por su colaboración en esta causa.

De Edwin Waldman Attie, el sábado, 30 de abril de 2011
Cuenta la leyenda que un potro indómito le dio el nombre a la ciudad de Bragado. Según la historia comentada por los lugareños, en el siglo XVIII, un potro salvaje, bello y desafiante, "con sus crines al viento y su vistoso pelaje colorado, con una braga blanca, iba a beber a las aguas de la laguna, que todavía existe.
"Jamás gaucho alguno pudo apresarlo, pues irguiendo su cabeza y con los ojos centelleantes de bravura, rompía cualquier cerco que pudiera ponerle freno a su libertad", una tarde, los paisanos lograron acorralarlo contra una barranca de la laguna. "En ese momento, al grito de «ya es nuestro» avanzaron revoleando las «tres marías» (boleadoras). Entonces, el bagual se arrojó desde la barranca y desapareció en las torrentosas aguas", contó Allignani, con la precisión del que ha escuchado la misma historia desde niño, una y otra vez.
Ante lo ocurrido, los gauchos se paralizaron y enmudecieron. Sólo al recobrarse, uno de ellos murmuró: "Potro Bragado, como nosotros, preferís la muerte antes que perder tu libertad. Desde ahora esta laguna llevará tu nombre". Y así fue conocida ya en 1776 por los buscadores de sal que pasaban por allí rumbo a las salinas grandes de La Pampa. Años después, el Coronel Eugenio del Busto, puso ese nombre a la ciudad que fundó a las orillas de aquella mítica laguna.
de Edwin Waldman Attie, el miércoles, 04 de mayo de 2011

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