Una de cada
tres personas en Occidente sufre acumulación de grasa en su abdomen o
experimenta un mayor cansancio en el día a día, sin reparar en que el verdadero
problema está en su hígado. Este órgano, con más de 400 funciones a cuestas
—como limpiar y depurar toxinas, convertir los nutrientes en energía o
intervenir en la coagulación—, cuando se ve sobrecargado por nuestros malos hábitos,
comienza a llenarse de grasa. En ese estado, se vuelve incapaz de cumplir sus
tareas con eficacia, lo que inevitablemente nos lleva a enfermarnos.
La buena
noticia es que no hay órgano más resistente y benevolente con nosotros que el
hígado. De hecho, la ciencia ha demostrado que el hígado graso puede ser reversible
en forma totalmente natural, si dejamos de agredirlo con alimentos
inflamatorios y optando por otros naturales y benéficos…
1. Laurel
– Contiene eucaliptol y eugenol
– Antioxidantes que actúan a nivel celular
– Eliminan toxinas y sustancias dañinas
2. Cúrcuma
– Contiene curcumina. Debe ingerirse con una pizca de pimienta negra y con alimentos sólidos. En estado líquido no se asimila.
– Antiinflamatoria y antioxidante potente
– Rompe acumulaciones de triglicéridos
– Alivia inflamación
– Estimula liberación de bilis (mejora digestión de grasas)
– Posible efecto antitumoral (en estudios de laboratorio)
3. Limón
– Rico en limoneno, flavonoides y vitamina C
– Disuelve grasa hepática
– Mejora eficiencia funcional del hígado
4. Café
– Contiene ácido clorogénico, melanoidinas, ácido caféico, ácido ferúlico
– Mejora sensibilidad a la insulina
– Protege células hepáticas
– Estimula producción de glutatión (eliminación de toxinas)
5. Romero
– Disminuye inflamación y daño celular
– Estimula desintoxicación del cuerpo
– Favorece producción de bilis (digestión de grasas, absorción de vitaminas liposolubles)
6. Verduras Crucíferas (brócoli, kale, col rizada)
– Ricas en fibra (mejoran microbiota intestinal, sensibilidad a la insulina)
– Contienen sulforafano (protege contra oxidación, inflamación, enfermedades cardíacas y cáncer)
– Consumir crudas o poco cocidas (el calor destruye el sulforafano)
7. Remolacha
– Contiene betalaína y nitratos
– Antiinflamatoria y antioxidante
– Favorece vasodilatación (óxido nítrico)
– Mejora depuración de toxinas
– Evitar consumir en jugo para no eliminar la fibra
8. Ajo
– Su principio activo es la alicina (se forma al machacar o cortar el ajo y dejarlo reposar 10 minutos)
– Efecto antiinflamatorio y antioxidante
– Rico en selenio (protección hepática conjunta con alicina)
9. Aceite de Oliva Extra Virgen
– Rico en ácido oleico (grasa monoinsaturada)
– Disminuye inflamación del hígado
– Mejora perfil lipídico (reduce colesterol LDL)
10. Legumbres (lentejas, garbanzos, porotos, etc.)
– Ricas en fibra y micronutrientes: ácido fólico, hierro, magnesio
– Estimulan producción de enzimas hepáticas desintoxicantes
– Aportan proteínas saludables que ayudan a regenerar células del hígado
– Desplazan otras fuentes de proteínas menos sanas
Ejercicios para recuperar el hígado:
https://www.instagram.com/p/DJG8aoSzNra/?hl=es-la

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