El término Zonas Azules fue acuñado por el investigador Dan Buettner y un equipo de demógrafos, científicos y periodistas, quienes identificaron cinco regiones del mundo donde las personas tienen una expectativa de vida más alta y una mayor proporción de centenarios (personas que viven más de 100 años).
Las cinco Zonas
Azules son:
- Okinawa,
Japón: Conocida
por su dieta rica en verduras, tofu, pescado y la práctica de Hara Hachi
Bu, la práctica del perdón y el propósito de vida.
- Cerdeña,
Italia:
Específicamente la región montañosa de Barbagia, donde la dieta
mediterránea, rica en legumbres y vino tinto, y una vida físicamente
activa contribuyen a la longevidad.
- Nicoya,
Costa Rica: Los habitantes siguen una dieta basada en granos,
frutas frescas, y tienen un fuerte sentido de propósito y comunidad.
- Icaria, Grecia: Esta isla
del mar Egeo es famosa por su dieta rica en hierbas y vegetales, además de
un estilo de vida relajado y comunitario.
- Loma
Linda, California, EE. UU.: Hogar de una comunidad de Adventistas del Séptimo
Día que siguen una dieta vegetariana, no fuman, no beben alcohol y
practican un fuerte sentido de fe y comunidad.
¿Qué hace especial a las Zonas Azules?
- Estilo de
vida activo: Las personas en estas regiones no suelen hacer
ejercicio de manera formal, sino que son físicamente activas a lo largo
del día mediante actividades cotidianas como caminar, jardinería y
trabajos manuales.
- Dieta
basada en plantas: Sus dietas son predominantemente vegetales, con un
consumo alto de legumbres, frutas, verduras, granos enteros y una baja
ingesta de carnes y alimentos procesados.
- Conexiones
sociales fuertes: La familia, los amigos y la comunidad juegan un
papel crucial en la vida diaria, brindando apoyo emocional y reduciendo el
estrés.
- Sentido de
propósito: Tener un propósito claro en la vida (“Ikigai” en
Okinawa o “plan de vida” en Nicoya) ayuda a mantener la motivación y la
satisfacción personal.
- Reducción
del estrés: Las prácticas para gestionar el estrés, como la
siesta en Icaria, la oración en Loma Linda o los rituales diarios en
Okinawa, el perdón y la vida estoica, entre otros, ayudan a mantener la
salud mental y física.
- Consumo moderado de alcohol: Excepto en Loma Linda, donde los adventistas evitan el alcohol, en otras Zonas Azules el consumo de vino es moderado, especialmente en Cerdeña.
Okinawa como Zona Azul
En Okinawa, el
enfoque en una dieta rica en vegetales, la práctica de Hara Hachi Bu, y una
fuerte red social, conocida como “Moai” (grupos de apoyo social), y prácticas
del perdón, contribuyen a la alta longevidad de sus habitantes. Además, la
cultura de respeto hacia los ancianos y una vida activa, incluso en la vejez,
son características fundamentales.
Las Zonas
Azules no solo nos muestran que es posible vivir más tiempo, sino también cómo
hacerlo con una calidad de vida superior, combinando hábitos alimenticios,
actividad física moderada, y un entorno social saludable.
Okinawa se
destaca, por sobre todo, por su espíritu resiliente y la práctica del perdón,
especialmente en el contexto histórico y cultural que siguió a la Segunda
Guerra Mundial. Esta capacidad para perdonar y convivir pacíficamente, incluso
después de experiencias traumáticas, ha influido en la cultura de la isla y en
la longevidad y bienestar de sus habitantes.
Contexto histórico: Okinawa y la convivencia con los
estadounidenses
- Batalla de Okinawa (1945):
- Durante
la Segunda Guerra Mundial, Okinawa fue el escenario de una de las
batallas más sangrientas entre las fuerzas estadounidenses y japonesas.
La isla sufrió devastación masiva, con una gran pérdida de vidas tanto
militares como civiles.
- Ocupación
y bases militares estadounidenses:
- Tras la
guerra, Okinawa fue ocupada por los Estados Unidos hasta 1972, mucho
después de que el resto de Japón recuperara su soberanía en 1952. Incluso
después de la devolución de Okinawa a Japón, una considerable presencia
militar estadounidense permanece en la isla hasta hoy.
- Convivencia y resiliencia:
- A pesar
de la difícil historia, los okinawenses han desarrollado una notable
capacidad para convivir con la comunidad militar estadounidense. Han
creado una cultura de adaptación y aceptación, encontrando formas de
coexistir pacíficamente a través del tiempo.
- Esta
convivencia no ha estado exenta de tensiones, pero los okinawenses se
caracterizan por su actitud de perdón y su enfoque en el presente y en el
bienestar comunitario.
Práctica del perdón en la cultura de Okinawa
- El perdón
como parte de la salud mental y la longevidad:
- En
Okinawa, se valora mucho la paz interior, el equilibrio emocional y el
perdón como parte del bienestar. Se cree que estos factores contribuyen a
reducir el estrés, mejorar la salud mental y, en consecuencia, prolongar
la vida.
- La práctica
del perdón ayuda a liberar resentimientos y emociones negativas que
podrían afectar la salud física y emocional.
- Espiritualidad y tradición:
- Las
tradiciones espirituales de Okinawa, que combinan el sintoísmo, el
budismo y creencias locales, fomentan una visión del mundo en la que la
armonía, tanto con los demás como con uno mismo, es fundamental.
- Los
rituales y las prácticas de conexión con los ancestros también promueven
el respeto mutuo y la aceptación de las circunstancias de la vida.
- Moai, grupos
de apoyo social:
- Los
"moai" son grupos de amigos que se apoyan mutuamente a lo largo
de la vida, proporcionando no solo asistencia económica, sino también
apoyo emocional y social. Estos grupos refuerzan la importancia de la
convivencia pacífica y del perdón dentro de la comunidad.
Okinawa nos
enseña que la capacidad de perdonar y de vivir en armonía, incluso en
circunstancias difíciles, es factor clave para una vida larga y saludable. Esta
filosofía de vida refleja una profunda sabiduría sobre la importancia de la paz
interior y la cohesión social.
Tamara Le Gorlois
No hay comentarios.:
Publicar un comentario