Cómo comer pan, pastas, arroz y papas sin culpa

Cómo reducir el índice glucémico en alimentos con almidón (arroz, papas, pan, pastas)



La mayoría de los carbohidratos que consumimos cada día, son casi todos almidones.

Pero no todos los almidones son iguales, algunos se absorben muy rápidamente y provocan grandes picos de glucosa e insulina mientras que otros son resistentes a la digestión, lo que se conoce como almidón resistente.

En el caso del arroz, podemos conseguir que esos almidones sean más saludables.

Más de 2500 millones de personas en todo el mundo consumen arroz de manera habitual, como paella, arroz con leche, arroz al horno, arroz con pescado, suyi, acompañando infinidad de comidas en oriente…

El problema que presenta es que es un producto refinado y está lleno de almidón que tienen un alto índice glucémico. Los almidones de alimentos como el arroz refinado se descomponen rápidamente en glucosa, lo que provocará un aumento brusco de los niveles de insulina y glucosa en sangre.

Es lo que se conoce como pico de glucosa en sangre lo que puede, con el tiempo, llevar a desarrollar resistencia a la insulina y en última instancia a la diabetes tipo 2.

Es importante comprender que no es solo el arroz; las papas, la pasta y el pan también contiene almidón, y estos almidones también tienen un alto índice glucémico, no saludable si su consumo es habitual.

 

Pero hay un truco para reducir el almidón del arroz: si cocinas tu arroz y lo guardas en la heladera durante al menos 12 horas, el índice glucémico se reduce muchísimo. Lo mismo se aplica a las papas, el pan y la pasta. Cuanto más tiempo lo dejemos en la heladera, más bajo será el índice glucémico.

 

¿Por qué se transforma en almidón resistente al enfriarlo?

Porque al refrigerar se produce un proceso que se llama retrogradación del almidón en el que cambia la composición molecular del almidón de estos alimentos y se convierte en lo que se conoce como almidón resistente que funciona de manera similar a la fibra soluble fermentable.

Esta fibra soluble fermentable, ayuda a alimentar las bacterias buenas del intestino y aumenta la producción de ácidos grasos de cadena corta como el butirato.

 

Beneficios

Estos ácidos grasos de cadena corta desempeñan un gran papel en la salud gastrointestinal como antiinflamatorios, ayudando a controlar el peso corporal, mejorando la sensibilidad a la insulina, el control del azúcar en sangre, la salud del corazón, la salud digestiva y a prevenir enfermedades, entre ellas el cáncer de colon.

 

La importancia de cocinar y refrigerar

Lo curioso de todo esto es que la forma en que se preparan los alimentos que contienen almidón va a afectar a su contenido en almidón, ya que al cocinarlos se destruyen la mayoría de los almidones resistentes. Sin embargo, podemos recuperar el contenido de almidón resistente de estos alimentos dejándolos al menos 12 horas en la heladera luego de cocinarlos. Y si los dejamos enfriar durante más tiempo, incluso hasta 24 horas, el índice glucémico será aún más bajo.

Lo que sucede es que nuestro cuerpo no posee las enzimas (proteínas) necesarias para digerir el almidón resistente, por lo que no se absorberá y llegará al intestino grueso donde las bacterias del microbioma intestinal producirán ácidos grasos de cadena corta.

Podemos aplicar esto a otros alimentos como el pan, las papas y la pasta. Si congelamos el pan también obtendremos almidón resistente y podemos tostarlo después de descongelarlo manteniendo el índice glucémico todavía más bajo, como almidón resistente.

Este método de procesar estos carbohidratos (manteniéndolos en la heladera entre 12 y 24 horas después de su cocción antes de comerlos) también es aconsejable para diabéticos y prediabéticos o quien tenga resistencia a la insulina.


Bon appétit!


Tamara Le Gorlois

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