Un equipo de seis personas, encabezadas por el arquitecto José Mastrángelo, se encargaron desde fines de abril de restaurar en forma gratuita la Pirámide de Mayo.

“Todo empezó cuando vi una nota que mostraba el estado de la Pirámide. Me sentí tocado porque parecía que a nadie le preocupaba mantener un monumento de tanta importancia patrimonial”, señaló el arquitecto Mastrángelo.

El primer monumento patrio que tuvo la Ciudad de Buenos Aires, fue construido en marzo de 1811 por la Primera Junta para celebrar el primer aniversario de la Revolución de Mayo, y hasta los primeros meses del 2010 estaba deteriorado, roto y cubierto por pintadas.


El monumento estaba en el lado oeste de la Plaza y en 1856, el artista Prilidiano Pueyrredón, lo trasladó al lugar en el que se ubica ahora.

En el primer diagnóstico, el monumento delató que tenía excesivas capas de pintura hechas a través de los años por tratamientos erróneos. En un trabajo contra el tiempo, le arreglaron roturas de las molduras y le colocaron una protección incolora anti graffiti. Con ese material, además de proteger la Pirámide de las pintadas indeseadas, también pueden utilizarlo para devolverle el color original a través de un proceso químico. Así, la histórica Pirámide de Mayo, testigo de la Revolución y las centenarias protestas de los argentinos, volvió a ser la de 1811.

La Razón, 22 de mayo 2010

http://www.larazon.com.ar/actualidad/Piramide-emblema_0_133200006.html

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